lunes, 31 de octubre de 2011

MI MALDITA DULZURA Y TU BENDITA LOCURA



Hoy estoy especialmente triste, preocupada, ambientada en la melancolía. Todo ello está metido en un parentesis dentro de la felicidad que me invade de un tiempo a esta parte. Es un kit kat, lo sé. Porque cuando alguien te hace feliz no puedes durar más de un día triste.

Y es que a veces que un amigo o amiga esté mal te hace pensar que como puede ser que no le puedas ayudar. Que la ayuda que le ofreces no es suficiente. Que por más que lo intentas no consigues nada.

Hubo un momento en el que pensé que era feliz, pero si tú no estas feliz, yo por mucho que tu presencia me haga, no puedo estarlo.

No pararé hasta ver tu sonrisa reluciente. Y si tengo que mover cielo y tierra lo haré. Todo porque las buenas personas como tú y como yo reinen en el mundo.

Y es que, haciendo tributo a la canción de luz casal, a veces soy mala, a veces muy mala pero la mayoría de las veces, UN CIELO.
Y tú, querido amigo, mereces que sea un cielo. Por ser como eres, tan natural y a la vez especial.

Mi maldita dulzura y tu bendita locura, han hecho que nuestros caminos se crucen, para bien o para mal. Pero hay que estar seguro que el o la que se cruza en mi camino, siempre deja huella.

Vive cada día como si fuese el último, pero con los pies en la tierra mirando hacia un futuro proximo y no lejano.


Solo tú puedes hacer que la vida que te has marcado sea provechosa.

Mientras tú piensas yo estaré actuando.

Buenas noches y buena suerte.

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