Hoy vuelvo a mi blog, un dia en el que quizás lo más apropiado hubiera sido no escribir pero como nunca he hecho lo apropiado pues aqui estoy.
Hay que decir que la vida te pone retos y los vas superando y que a la vez tu corazón se hace mas fuerte y o bien le pones una coraza o bien se hace de piedra.
Por eso hay dos tipos de personas, las primeras que a pesar de la coraza tienen miedo a que se la rompan y puedan volver a hacerles daño y las del corazón de piedra, que son las que por tantos palos que le han dado están ya curadas de espanto y le echan valor a la vida para enfentarse a cualquier reto que en ella se le proponga.
Yo soy más bien de las segundas, porque no se pierde nada.
Pero la gran mayoría de la gente es de las primeras y prefieren tener siempre esa coraza de la que ya he hablado con una frecuencia en este blog.
También podemos hablar en esta ocasión del destino que a parte de los retos que nos pone nos dice que camino debemos llevar, y aunque la que escriba no crea mucho en estas cosas pienso que todo ocurre por algo.
Y que el tiempo es lo que necesitamos todos para vivir porque sin él no existiria la vida en si.
El tiempo es aquello por el que nos movemos y la materia subsiste. El tiempo es el que nos marca los ratos que debemos estar con cada persona, con nuestro gato, con nuestro perro, en nuestro trabajo o con nuestra familia, el tiempo que le dedicamos a las flores del jardín y el que cogemos prestado cuando nos faltan horas al día.
El tiempo es lo más importante para vivir y necesitamos tiempo para sobrevivir que es lo que hacemos cuando llegamos a una saturación de la mente.
Hay gente incluso que los tiempos se le pasan eternos y hay otra gente que una hora se les pasa volando. La frase "el tiempo contigo se me pasa volando" es la favorita de mucha gente.
Sin más dilación digo que el tiempo y los retos de la vida son primordiales para vivir y que sin ellos no existiriamos y la esencia de la vida no se apreciaria, porque al existir el tiempo vemos que la vida es limitada y podemos llegar a apreciar las cosas buenas que nos depara el destino y las cosas malas de las que hemos tenido que aprender.
Buenas noches y buen MAYO.
