sábado, 22 de septiembre de 2012

La soledad de una despedida rápida

Soledad, que bien te callaste cuando te dije adios.  Soledad qué hiciste cuando te dije que te dejaba solitaria con tu soledad. 
Te quedaste tranquila sabiendo que sería feliz, y lo sigo siendo...
Pero esta noche que vuelves, querría decirte que quizás cuando estaba acompañada por ti me sentía más dueña de mi persona.
La soledad errante que me acompañó hasta la compañia del amor que ahora me encuentro. Que ahora comparto. 
Soledad que ahora me calmas en mi sinvivir nocturno. Soledad que ves mis lagrimas de alegría y pena a la vez, sin poder saber si es de alegría o pena, o si es al mismo tiempo los dos sentimientos. 
Y es que hoy, soledad, solo me acompañas físicamente, porque mi corazón no está solo. Mi corazón ama, quiere, desea y protege eternamente. Mi corazón está enamorado pero sin su amor cercano. 
Mi corazón hoy late por alguien pero mi corazón late solo.
Esta noche late solo.
Contigo soledad que lo guardas para que nunca se pierda, y siga sintiendo lo que siente cada dia. 
Contigo soledad que me dices que el amor llegó porque tú estabas abriéndole ese camino.
A ti soledad te escribo en morado que es el color favorito de él, que te eliminó de mi vida acompañandome a sol y a sombra. 


Para todos aquellos que se sientan solos esta noche pero esten enamorados de la vida... para todos aquellos que echaran de menos mi blog.

Buenas noches y buenas suerte.